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ESPECIAL Simplemente abuelas A temprana edad se convirtieron en abuelas y disfrutan al máximo su rol.


Simplemente abuelas

Por Verónica Madero vmadero@vistazo.com (Guayaquil) y Carla de Patiño cpatino@uio.vistazo.com (Quito)Producción: Gia Ode Fotos: César Anchundia (Guayaquil) y Segundo Espín (Quito)

Juana Vallejo Klaere (Guayaquil)
"La sonrisa de un bisnieto ilumina la vida"

“Es algo especial y único tener el privilegio de poder conocer a tu bisnieto”, dice esta reconocida y distinguida guayaquileña, quien hace un año se convirtió en bisabuela de Xavier José Daccach Jairala, nieto de María Fernanda Navarro Vallejo, la segunda de sus cuatro hijas. Juanita, como le dicen sus familiares y amigos, asegura que cuando se es abuela prematura, inmediatamente se convierte en bisabuela precoz. “Cada etapa es diferente. Como madre tienes una responsabilidad inmensa y estás como maestra de tus hijos. La abuela es cómplice de sus nietos, pero con un bisnieto tienes una sensación de trascendencia, de posteridad, de pensar más allá, inclusive de que tú desapareces y dejas a un lado ciertas cosas fundadas”.

Esta exparlamentaria Andina, exministra de Turismo, primera Gobernadora del Guayas y actual directora de promoción ciudadana de Diario Expreso, confiesa que no hay edad para ser bisabuela. “No sé si me considero una bisabuela joven, pero el espíritu no tiene edad y estoy convencida de que cada uno ilumina el cuerpo con salud, alegría y disciplina. Pero, lo más importante, es tener un interés que te anime y te entusiasme día a día”.

Como abuela de nueve nietos, considera que los bisabuelos tienen la obligación de enseñar y de recodar a sus familiares los principios y los valores, como la responsabilidad, que últimamente se están perdiendo en nuestra sociedad.

A quienes se convertirán en bisabuelas próximamente, Juanita aconseja compartir con los demás las cosas que la vida les ha dado. “Como abuela y bisabuela tenemos ese privilegio de poder convocar a toda la familia y disfrutar al máximo cada reunión junto a los chicos y grandes, y hacer de ese día una fiesta familiar”, dice Juanita, quien asegura que la “sonrisa de un bisnieto es como el sol que te ilumina la vida”.





Gladys García Carrión (Guayaquil)
"Ser abuela es una experiencia maravillosa"

A sus 43 años es abuela de tres niños: Nicolás, de 4 años; Matías, de 2; y Xavier, de 1 mes de nacido. “Ser abuela joven es una experiencia maravillosa, ya que marcó una nueva etapa en mi vida y creo que es un regalo de Dios el poder disfrutar de mis nietos, decirles cuántos los amo, abrazarlos y besarlos todos los días”, dice Gladys García Carrión, quien se convirtió en abuela, por primera vez, a los 38 años.

Esta “abu”, como le dicen sus nietos, confiesa que ser abuela joven tiene sus ventajas, como cuidar y jugar con los pequeños, dar una mano a su hija Claudia Célleri de Durán, madre de los niños, cuando ella se lo pida y, por supuesto, poder engreírlos y corregirlos cuando sea necesario. “Esto me permite ser una segunda madre para ellos, poder compartir sus experiencias y, además, gozar de sus pequeños avances y travesuras”.





Paulina Espinoza Valverde (Quito)
Reencontrando su niña interior

“Ser abuela a los 39 años fue una experiencia única y lo más hermoso que Dios me concedió en la vida”, dice la quiteña Paulina Espinoza sobre su nieta Ana Paula Aguirre, de 7 años, quien le ha brindado la posibilidad de “reencontrarse con la niña que hay en su interior”.

Paulina, de 47 años, es bibliotecaria de profesión y de afición, por lo que fomenta en su nieta, a través de la lectura, su imaginación y creatividad. Ella afirma que entre las ventajas de ser abuela joven está el poder compartir las experiencias del diario vivir tanto con su hija como con su nieta. “El crecer juntas y tener la posibilidad de innovar constantemente es algo que me encanta”.

Confiesa que cuando se enteró de que su hija estaba embarazada se sintió un poco asustada porque pensaron en un principio que quizás tenía un tumor. Pero, una vez pasado el susto, vino la emoción y la felicidad. “Empecé a cuidar más a mi hija, ya que era un compromiso de vida que tenía con ella y con mi nieta”.

Paulina revela que el secreto de toda abuela es el de disfrutar a los nietos, más que cuidarlos. “Esto no quiere decir que no esté pendiente de su cuidado físico, sino de darles todo el amor necesario”.



Edición # 561 - 05 de mayo de 2011

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