Bipolaridad: Atrapada entre dos mundos
Por Wendy Salazar • wsalazar@vistazo.com
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Alegría, depresión, ira, temor… Como seres humanos, estamos expuestos a una serie de circunstancias y situaciones de la vida cotidiana, que pueden llevarnos, repentinamente, de un estado de ánimo a otro. Pero, cuando estos cambios son tan bruscos y marcados, es posible que se esté hablando de un cuadro de trastorno bipolar. ¿Cómo saber que existe la enfermedad y de qué manera tratarla? Aquí, una guía.
Frente a la crisis
Hasta hace 23 años, la bipolaridad era conocida como una psicosis maniaco-depresiva. Luego, los norteamericanos consideraron que se trataba más de un trastorno afectivo, y la cambiaron a la clasificación de enfermedades mentales, al capítulo de los trastornos afectivos, como trastorno bipolar. "Es una enfermedad crónica que tiene como característica principal el cambio de ánimo en las personas que la sufren; dichos cambios son muy acentuados y, muchas veces, llegan a convertirse en crisis maniacas, en las que se pone de manifiesto un aceleramiento de todas las funciones ejecutivas del cerebro, es decir, poca necesidad de dormir, aceleramiento en la producción de ideas y palabras, irritabilidad, gastos innecesarios, conductas riesgosas y, muchas veces, agresividad. Una crisis maniaca puede durar entre 4 y 6 meses, y el otro polo, es decir, el depresivo –tristeza, apatía, desesperanza, angustia, insomnio e ideas de suicidio–, puede durar de 6 meses a 1 año”, explica el siquiatra guayaquileño Ricardo Morla.
¿Por qué se origina?
El trastorno bipolar está ligado a la herencia en la mayoría de casos, "alcanzando un porcentaje del 3% de la población mundial: para trastorno bipolar I, el 1.2%; y para el trastorno bipolar II, el 1.8%", recalca el especialista. Por otro lado, existe el registro de muchos grupos humanos afectados por este trastorno mental en mayor medida, ya que por sus costumbres no se permitieron la mezcla que deben tener los seres humanos y produjeron un incremento sustancial en sus tasas de prevalencia de esta enfermedad, por ejemplo: los amish. Asimismo, un estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Valencia (España) determinó que el 15% de los pacientes con esquizofrenia, y el 9% de los que padecían trastorno bipolar, presentaban alteraciones en dos genes.
Los tratamientos en la actualidad han mejorado su propuesta sobre los síntomas principales del trastorno; sin embargo, no se ha conseguido una cura definitiva para la enfermedad.
¿Sabías que...?
» Se dice que 3 de cada 100 personas padece de trastorno bipolar, el que afecta por igual tanto a hombres como a mujeres. Generalmente comienza entre los 15 y 25 años.
» Se dice que hay otros fármacos que pueden ser de gran ayuda en un tratamiento de trastorno bipolar: antipsicóticos y ansiolíticos (benzodiazepinas) para problemas del estado de ánimo. “También se pueden agregar antidepresivos, sin embargo, hay que tomar en cuenta que los pacientes con bipolaridad son más propensos a tener episodios maníacos e hipomaníacos si se les administran antidepresivos, por ello, estos medicamentos solo se deben usar en personas que también estén tomando un estabilizador del estado de ánimo”. Fuente: Medlineplus
Control adecuado
Los tratamientos en la actualidad han mejorado su propuesta sobre los síntomas principales del trastorno; sin embargo, no se ha conseguido una cura definitiva para la enfermedad. Hoy en día se conocen 5 tipos de trastorno bipolar:
» Trastorno bipolar I, que va de la depresión a la manía. Se conoce como manía al estado mental en el que se van a ver alteradas muchas funciones cerebrales, presentando un aceleramiento del pensamiento, la fuga de ideas (en el lenguaje, cuando una persona no termina una idea y ya está sobre la otra); luego aparece la ensalada de palabras, donde el eje del discurso se pierde; el sueño se hace innecesario –la persona es capaz de permanecer despierta durante varios días–, el apetito se pierde y, en la conducta aparecen rasgos peligrosos para la vida, ya que el paciente tiende a involucrarse en situaciones de riesgo y de altos consumos de alcohol y drogas. El signo más importante en este tipo de estado es la irritabilidad, ya que incluso pueden llegar a agredir a alguien.
» Trastorno bipolar II, que va de una depresión a otra con escasos periodos de hipomanía, la que se presenta con las mismas características de los maniacos, pero en una intensidad menor. El paciente con hipomanía puede ser considerado el alma de una fiesta o el mejor empleado; es una persona que tiene un gran sentido del humor, no mide el peligro en sus relaciones sociales y pierde la capacidad de calmarse o de dormir.
» El ciclador rápido, se presenta con cambios bruscos y llamativos en el ánimo del paciente.
» Trastorno bipolar mixto, que tiene la presencia de los dos polos al mismo tiempo.
» Trastorno hipomaníaco, que tiene siempre esa conducta con pequeños periodos de depresión.
» Hay una sexta categoría, "que incluye a todos los trastornos bipolares con diferentes síntomas, que no permiten ubicarlos en las clasificaciones anteriores", recalca el doctor Morla.
Hablan las cifras
Aunque el doctor Morla afirma que en Ecuador no existen datos en cuanto a índices de enfermedades mentales, asegura que en América Latina, el único país que tiene estadísticas sobre trastorno bipolar es Chile, en el que los resultados son alarmantes, pues han superado casi al doble de los de la población mundial (5%) "y no creo que haya aumentado, lo que ha sucedido es que hoy en día, gracias a la educación continua que tenemos los psiquiatras, lo diagnosticamos mejor y más rápido".
Hábitos saludables
Frente a casos de pacientes con bipolaridad debe haber una revisión minuciosa en los hábitos de vida diarios. “Hay que tener un control psiquiátrico disciplinado, tomar los medicamentos todos los días, tratar de llevar un orden en cuanto a las horas de sueño, evitar las drogas ilícitas y el alcohol; además, es importante consultar al médico antes de ingerir cualquier medicina, ya que existen múltiples contraindicaciones; asimismo, se debe seguir una dieta sana y hacer ejercicio, sobre todo aeróbico”, recalca el psiquiatra. De acuerdo a un estudio realizado por el Instituto de Neurociencia de la Universidad de Granada y la Unidad de Salud Mental del Hospital Neurotraumatológico de Jaén (España), “el apoyo social (de la familia, amigos) es fundamental para una mejor calidad de vida del paciente”.
"Absolutamente todo lo que se salga del orden establecido podría significar un disparador para la siguiente crisis de un sujeto con trastorno bipolar."
Siempre atentos
Al hablar de los detonantes de una crisis de la enfermedad, ¿se puede decir que las situaciones difíciles o de tensión familiar, laboral, sentimental o relacionadas con alcohol o drogas, pueden desencadenar en un trastorno bipolar? "Absolutamente todo lo que se salga del orden establecido podría significar un disparador para la siguiente crisis de un sujeto con trastorno bipolar. En ocasiones, incluso en los más disciplinados y tomando sus medicamentos en orden, aparece un nuevo episodio", sostiene Morla.
Sobre la medicación idónea para este tipo de trastorno, el médico asegura que los fármacos que se utilizan en estos casos son: carbonato de litio, el más antiguo, que sirve especialmente en el trastorno bipolar I como un gran estabilizador de la membrana celular de la neurona y, lógicamente, evita las crisis. También están los anticonvulsionantes, como el ácido valproico y la lamotrigina, esta última, usada en pacientes con trastorno bipolar II. "Desde hace unos años hasta la fecha se ha descubierto que la quetiapina, una molécula antipsicótica, ha demostrado tener un poder muy especial como un estabilizador para las personas con trastorno bipolar II”, corrobora. De igual manera, el psiquiatra añade que cada caso es diferente a otro y que esto determina tanto el tipo de medicación como la dosis de cada de una de ellas. "Por otro lado existe hoy una controversia mundial en cuanto a si la polifarmacia (uso de entre dos y cinco medicamentos por caso) es o no conveniente en estos pacientes”.
Los fármacos hacen su parte. Pero, ante un cuadro de trastorno bipolar, la sociedad también puede actuar como un valioso apoyo, en pro del paciente atrapado en dos polos.
El mal de los famosos
» En el 2001, la actriz Catherine Zeta-Jones entró a un centro de rehabilitación para tratarse la bipolaridad que padece. En abril de este año, tuvo una recaída.
» Carrie Fisher, famosa por su papel de Princesa Leia, en la saga de Star Wars (La guerra de las galaxias), tuvo que ser hospitalizada por presentar este trastorno.
» En el documental Acting Class 1977, el actor y director Mel Gibson confesó por primera vez que había sido diagnosticado con bipolaridad.
» En el 2008, Britney Spears se encerró en una habitación junto a su hijo, Jayden James, y luego fue internada en el Centro Médico Cedars-Sinai, de Los Ángeles. Los familiares de la cantante declararon que padecía de una condición bipolar.
» El actor Jim Carrey sufre de episodios de depresión y de agresión, típicos de un trastorno bipolar.
» Aunque él no lo ha aceptado, los familiares de Robert Downey Jr. han confesado que el actor sufre de bipolaridad.
Asesoría: Ricardo Morla Boloña. Médico Psiquiatra. Telf.: 2285054. Guayaquil.
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