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TURISMO INGAPIRCA un destino de luz Este Complejo Arqueológico, además de una hermosa vista llena de color, te ofrece una ruta para descubrir la sabiduría de dos civilizaciones ancestrales.


INGAPIRCA un destino de luz

Por Nadia Zamora Freire nzamora@vistazo.com 
Fotos: César Anchundia

Lo que actualmente es el Complejo Arqueológico Ingapirca era en esa época la zona donde residían los líderes espirituales y los sabios.

Cuando se piensa en viajes de aventura, llenos de historia y misticismo en Sudamérica, nuestra mente nos lleva a Machu Picchu (Perú), los vestigios de la cultura Inca más grandes de Latinoamérica. Sin embargo, muchos desconocen, que escondidas entre los sinuosos y verdes cerros de los Andes del Sur de Ecuador, se encuentran las ruinas de una de las civilizaciones preincaicas e incaicas más importantes del suelo ecuatoriano: Ingapirca (en quichua significa Muro del Inca). Se trata del sitio arqueológico más importante y extenso (alrededor de 4 hectáreas) del país. 

Un lugar que guarda mucha cultura ancestral, y que aunque es parte de la Gran Carretera de Piedra (entramado de caminos que conformaban el sistema vial del imperio incaico, conocido como Camino del Inca), no solo congregó a la civilización que dominó el Tahuantinsuyo, sino que en este espacio convergieron la nación Inca (siglo XV) y la Cañari (500 d.C.), esta última, una etnia aborigen ecuatoriana, mucho más antigua.  

Vista de las ruinas  iluminada por la caída del sol.

Un lugar de raíces
Este rincón del Ecuador, donde puedes encontrar frente a frente a la luna y al sol (mientras el primero se alza y el segundo se oculta), fue un territorio importante de la cultura Cañari, pobladores de las provincias de Azuay y de Cañar.   

La historia cuenta que los incas buscaban expandirse hacia el norte, pero el pueblo cañari, era fuerte y tenía grandes guerreros, por lo cual los primeros en lugar de conquistar optaron por negociar. Por esta razón, el pueblo incaico, que mantenía edificaciones cuadradas, trabajaba con el oro y adoraba al Inti (Sol); respetó la arquitectura elíptica, la labor con la plata y la reverencia ante la Mama Quilla (Luna) de los aborígenes ecuatorianos. La mayor muestra de consideración es que la construcción del Templo del Sol (lugar de veneración al máximo dios Inca) tiene forma elíptica, algo único entre todas las ruinas incaicas.


Como llegar
Ingapirca se encuentra en la provincia de Cañar, ubicada al sur del país, a 90 km de Cuenca. Por vía aérea se puede llegar desde Quito o Guayaquil a la ciudad de los cuatro ríos que está a solo hora y media del sitio. En vehículo son alrededor de 4 horas de viaje desde Guayaquil, por la vía Durán Tambo; y 7 desde Quito, por la carretera Panamericana.

Las mujeres eran importantes
Mientras caminábamos por este lugar lleno de historia, nuestro guía, un descendiente de las culturas cañari, inca y española, nos contó que a pesar de que el pueblo incaico era dirigido por hombres, en la cultura cañari las mujeres gozaban de importancia, por lo que en Ingapirca los siguió  guiando la sacerdotisa, líder espiritual y quien se encargaba de los rituales que ofrecían a la Luna. Entre las ruinas, aún queda el vestigio de lo que fue el Templo de la Luna. Como muestra, cerca de esta área, llamada Pilaloma, arqueólogos de una misión española (1974 y 1975) hallaron una tumba colectiva, señalizada por una huanca (monolito), en donde un cuerpo de mujer de avanzada edad (se cree que de una sacerdotisa de gran importancia), estaba rodeado por otros 10 esqueletos.





El Templo del Sol fue construido para que en cada solsticio o equinoccio se iluminen de manera exacta ciertos espacios.

Zona de luz
Todas las construcciones del complejo están alineadas solarmente. Es por esta razón, que la luz ilumina todos los rincones de estas hermosas ruinas como si las acariciase y jugase con sus sombras. Asimismo, en el pasillo que da a la tumba se puede ser testigo, todos los 20 o 21 de junio, del solsticio (Sol quieto), uno de los momentos en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura en el cielo, y la duración del día o de la noche son las máximas del año. Cabe destacar que estas civilizaciones (inca y cañari) tenían un gran conocimiento de lo que pasaba en el cielo, porque lo estudiaban, y esto las guiaba en su comportamiento con respecto a la tierra, como por ejemplo, cuándo y dónde cultivar y cosechar. 

Eran además personas muy espirituales, por esa razón los ritos tenían suma importancia.

Todas las construcciones del complejo están alineadas solarmente. Es por esta razón, que la luz ilumina todos los rincones de estas hermosas ruinas...




El recorrido
Ya dentro del recinto realizarás varias paradas, en sitios como:

Collcas: Estructuras cañaris con forma circular que sirvieron para el almacenamiento de productos andinos.

Pilaloma: Espacio arquitectónico donde se encuentran el Templo de la Luna y la Tumba Colectiva.

Baños ceremoniales: Construcciones con canales de caída de agua.

Gran Cancha: Explanada donde se reunía el pueblo durante ritos religiosos. 


Bodegas: Lugar donde se guardaban los víveres.

La Condamine: Vestigios de habitaciones de diferentes usos. Cerca a esta área, podrás ver varias rocas con agujeros. La más grande era usada como calendario. Esta civilización, al igual que muchas otras, contaba 13 meses de 28 días (ciclos de la Luna). 

Acllawasi: Seis habitaciones con forma rectangular o cuadrada, donde habitaban las llamadas “vírgenes del sol”.

Templo del Sol: Una especie de castillo construido sobre una base elíptica.

Dinteles y siliares: Se trata de una muestra de las piedras trabajadas que se usaban en las construcciones.


En la tumba Cañari se encontraron 11   cuerpos, entre ellos el de una sacerdotiza.

Lo que debes saber
Al encontrarse a una altura de 3.160 metros sobre el nivel del mar, su temperatura media anual es de 10 grados centígrados. Es recomendable que te abrigues y si vas en un día soleado, no olvides de llevar gorra y protector solar. 

Los horarios de atención son: de lunes a domingo de 09:00 a 17:30. Se encuentra cerrado el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre. El costo de ingreso para ecuatorianos es de $2.00; y para extranjeros es de $6.00. Los estudiantes con carnet, los niños de 5 a 12 años, los adultos mayores y los discapacitados tienen una rebaja del 50%. Contarás con guías capacitados, 1 de ellos habla quichua, 4 son bilingües (inglés y español) y 2 solo hablan español.   

Un sendero para aventureros
El recorrido te puede llegar a robar el aliento, debido al camino irregular y a la altura que tienes que pasar para atravesar el Intiwayku, un paseo que se encuentra luego de salir del complejo arqueológico. Allí, encontrarás el Intiwatana (lugar donde se amarra al Sol), una roca labrada, utilizada para baños rituales y observaciones astronómicas. Más adelante hay una  escultura tallada en piedra de una tortuga Galápago. Luego hallarás el Intiñawi, que es una roca con un círculo rojizo, que también estaba relacionado a la imagen del Sol. Al finalizar el sendero, estarás frente a la Cara del Inca (Ingañawi), una roca que tiene la apariencia del rostro de un cañari de la época.

¿Cuánto dura la aventura?
El tiempo estimado para el recorrido de las ruinas es de 60 minutos, al igual que el del sendero del Intiwayku y sus elementos. Solo se puede recorrer el sitio acompañado por un guía del complejo. Los grupos van desde 2 a 35 personas por guía.


Roca con agujeros que era usada como calendario.

Baños del Inca
Luego de recorrer Ingapirca, descansa y recupera tus fuerzas, pues aún tienes una parada que hacer. A 15 minutos en carro, ingresando por el puente de Coyoctor en la Panamericana, se encuentra el Complejo Arqueológico Baños del Inca, otro espacio sagrado, donde se realizaban baños rituales, medicinales y observaciones astronómicas. Se encuentra ubicado a 1.5 km de El Tambo, y para que llegar hasta allá sea un paseo mucho más agradable y aventurero, puedes ir por vía ferrea, desde la antigua estación del ferrocarril, que está en el camino a Ingapirca. En la estación del autoferro (adultos: $7.00; menores de 18 años, discapacitados y tercera edad: $3.50) podrás conseguir un guía y más información para emprender esta histórica aventura.

Hospedaje
La Posada Ingapirca: Es una antigua casa hacienda, restaurada y transformada en hostería. Cuenta con 20 habitaciones decoradas con detalles artesanales y antigüedades coloniales.
Hospedaje Ingapirca: Se trata de una red de alojamiento creada por la Asociación de Turismo de Economía Popular y Solidaria de Ingapirca.

Agradecimientos: Lcda. Catalina Tello, gerente general, y Manuel Saeteros, guía del Complejo Arqueológico Ingapirca (07)2217115.  Diana Laso, del Complejo Arqueológico Baños del Inca en Coyoctor.

Se cree que la Cara del Inca, se realizó con intervención tanto de la naturaleza como de la mano del hombre. DSC_8866.jpg

Los aposentos anexos al Templo del Sol, eran lugares de enseñanza, para niñas escogidas. 




A un costado de Baños del Inca, se alzan dos casas de una hacienda que ahora son usadas como museo. 

Intiwatana (lugar donde se amarra al Sol), una roca labrada, utilizada para baños rituales y observaciones astronómicas.  

Figura de tortuga Galápagos que se puede hayar en el sendero al Intiwayku 

El Intiñawi, que es una roca con un círculo rojizo, que también estaba relacionado a la imagen del Sol. 

Fuera de Ingapirca encontrarás locales de artesanías. 


El recorrido por Ingapirca debe ser siempre con un guía. 

Llamingo que se puede observar en el Complejo Arqueológico Baños del Inca. 





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Edición # 597 - 07 de mayo de 2014

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