Desde que se conocieron, en noviembre de 2008, no se han separado. Por aquel entonces, Blunt estaba cenando con una amiga en un restaurante de Los Ángeles y esa noche le estaba contando lo bien que se sentía estando soltera.

Y esta persona, Ruth, que los conocía a ambos, le habló de Krasinski. Lo siguiente, según ha relatado Blunt a la revista People, es historia.

Pero antes de prometerse, diez meses después, la actriz vio todos los capítulos de The Office de un tirón. La versión estadounidense, en la que aparecía su novio, porque hasta ese momento solo había visto la británica. De hecho, ni siquiera sabía muy bien quién era Krasinski.

Pero, cuando en aquel restaurante, el director conoció a la que sería su esposa, él ya lo tenía más claro.

Antes, había visto El diablo viste de Prada unas “75 veces” porque ella era una de las protagonistas, reconoció a la versión estadounidense de la revista Glamour.

Aun así, cuando se conocieron, él tampoco estaba pensando en una relación. “Fue uno de esos momentos en los que no quieres salir con nadie e iba a tomarme mi tiempo en Los Ángeles. Pero después la conocí y me puse muy nervioso. Y pensé, ‘Oh, Dios, mío, me voy a enamorar de ella’. Cuando nos dimos la mano, le dije, ‘¡Me gustas!’ ”, le contó Krasinski años después a Ellen DeGeneres.

Ahora, aquella conexión tiene dos integrantes más: dos hijas, de 4 y 2 años