Sala de audio y video que tiene un imponente sticker de 4 colores, diseñado bajo la temática de un concierto de rock. La idea de jugar con estas tonalidades, que están dentro de la escala de grises, es para dar profundidad y perspectiva a la imagen, ya que cada color está pegado como una pieza independiente. En la pared opuesta, un adhesivo violeta en forma de rama marca el toque contrastante al espacio. 

Pequeño lobby que maneja la perfecta combinación de dos wall stickers en un ambiente: un texto y un arte floral. El color negro de las letras y el tono lila del árbol aportan un aire moderno y sofisticado al lugar. 

 

Espectacular adhesivo que enmarca el área de las escaleras. A juego con el pasamanos, este gigante cuadro de flores sobrepuestas está diseñado por dos stickers independientes, uno de tonalidad café y otro, beige.

Moderno y cálido adhesivo decorativo en color plata, que fusiona figuras geométricas y orgánicas. Su singular diseño hace de esta habitación un lugar único. 

Original vinil plateado que asemeja una enredadera floral, conectada en sentido opuesto de mural a mural. Los muebles minimalistas rojos, los accesorios clásicos dorados y la singular lámpara blanca resaltan la pared chocolate y presentan una sala completamente ecléctica. 

“Quería algo distinto de lo cotidiano, elementos que marquen una diferencia tanto en forma como en función”, afirma Johanna Shu Manosalvas, diseñadora de productos, de 30 años de edad, que estudió arquitectura en la Pontificia Universidad Católica de Quito y diseño industrial en el Jefferson College en Guayaquil. 

Esta joven creativa, que desde hace 11 años inició su trayectoria profesional pintando habitaciones infantiles, dio un giro al diseño interior, aplicando una original técnica: los adhesivos. “El vinil usado en la decoración se lo conoce como wall sticker o sticker mural, una propuesta innovadora que transforma cualquier ambiente y lo personaliza. Cabe recalcar  que este arte empezó en Europa por la necesidad de lograr atmósferas únicas en espacios limitados.  Sin embargo, durante décadas se destinó su uso principalmente al campo de la  rotulación y el tuning  automotriz”, agrega. 

Hace 3 años, la diseñadora guayaquileña inició con este negocio en el Ecuador, ambientando innumerables superficies totalmente lisas. “Este adhesivo, registrado bajo la marca J. Shu, se lo aplica en interiores y exteriores, en paredes, murales, puertas, vidrios, pisos, techos, mobiliarios y accesorios como laptops, lámparas, espejos y electrodomésticos, entre otros. El vinil tiene alrededor de 40 colores; los diseños se hacen en computadora y la figura se logra recortándolo de manera industrial, según el dibujo y el tamaño que se quiera obtener: flores, siluetas, letras, diseños ornamentales, clásicos, formales e informales, retro o modernos. La durabilidad, fácil colocación y resistencia a la luz, calor y agua que se  logra con este material, es lo que atrae su gran aceptación”. 

Johanna Shu asegura que el vinil satinado utilizado es importado de Alemania, por eso cuenta con una certificación de calidad ISO que avala garantía de 5 años al cliente, reponiendo el adhesivo en caso de que se desprenda por falla en el engomado.